viernes, 5 de diciembre de 2008

Pelea con Chiqui



La compra semanal vuelve a ser motivo de discusiones dentro de la casa. Para ponernos en situación, aclarar que los propios concursantes decidieron en su día reservar seis euros de cada uno de ellos para caprichos personales: chocolate, tabaco, refrescos... lo que sea, vamos.

Esta semana, como superaron la prueba del karaoke, Gran Hermano les dio el presupuesto completo y Orlando y Gisela fueron los encargados de ir a la sala de la webcam a hacer la compra on-line. Sólo tienen 30 minutos para hacer la compra y digamos que el tiempo se les echó encima. Como sólo les quedaban unos pocos minutos, apuraron el tiempo pero se olvidaron de una cosa... el capricho de Chiqui.




Estaban unos cuantos charlando en la habitación cuando entraron Orlando y Gisela para decir que ya habían hecho la compra, a lo que Chiqui les preguntó: "¿Habéis comprado también mis latas de Coca-Cola?" Y de repente, el silencio. Olvidaron el capricho de la cartagenera y eso a ella no le hizo ninguna gracia.

Gisela y Orlando intentan explicarle que su capricho no es el único que se ha quedado fuera y que, de todos modos, habrá una botella de dos litros de Coca-Cola en la compra, por si se la quiere quedar. Chiqui renuncia a este ofrecimiento y se encierra en su argumentación: "Quiero mis seis euros, quiero mi capricho, quiero mis Coca-Colas".

Y mientras Orlando iba apartándose paulatinamente de la discusión, el conflicto se centraba entre Chiqui y Gisela al tiempo que aumentaba el tono de la pelea verbal. La canaria intentaba hacer entrar en razón a Chiqui, que no abandonaba su razonamiento. Finalmente, Gisela cogió la puerta y se largó de la habitación ante la imposibilidad, según ella, de hablar con la murciana.




De ahí fue directa al almacén, donde se encontraban Mirentxu y Julito, para contarles lo que había pasado. La donostiarra escuchaba a Gisela mientras cosía y concluyó que las peleas que se montan por la compra no son normales y propuso eliminar el privilegio de los caprichos. Pero la cosa no acabó ahí...

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